Mis habitos de lectura los estableci muy bien cuando era niño y joven, se han vuelto tan fuertes con el tiempo, que ahora los considero completamente solidificados, son costumbres de placer, porque realmente disfruto leer, y en la forma en que lo hago lo disfruto mas.
El habito que mas tiempo me ha durado, es el de leer cuando viajo por la ciudad o en carretera, tomo transporte publico y tranquilamenteme voy leyendo por todo el trayecto, sean 30 minutos en el metro o bien 10 horas en carretera, de hecho cuando vivi en Estados Unidos, en donde es obligatorio usar auto, lo que mas me disgustaba, era conducir, porque era el tiempo que usaba para mi hobbie, asi que evitaba conducir por cualquier medio, dejando a mi esposa conducir o consiguiendo taxi, para mi era mucho mas divertido ir en el asiento trasero leyendo, con una bebida fria a un lado, que adelante manejando.
Ciertamente que esta costumbre ha evolucionado, porque cuando entre a la Facultad de Ciencias, el leer se vuelve una experiencia diferente, si en bachillerato puedes leer todo un libro en una tarde, o al menos un capitulo completo, en Ciencias hay veces que no puedes leer ni una pagina en un dia, la Razon, simple, el conocimiento esta tan concentrado que es necesario comprenderlo con cuidado, por ejemplo, una pagina del Courant requiere un background de conocimientos que podria resumirse en que debes de entender perfectamente Aritmetica, Algebra, Teoria de Demostraciones y Calculo para poder comprender los densos conocimientos que tiene una sola pagina de ese libro, esto es, debe de haber una pequeña biblioteca en tu cabeza, antes de siquiera intentar abrir el Courant.
Por otro lado, los niveles de abstraccion mental que alcanzas son elevadisimos, aun recuerdo un viaje Coatzacoalcos-Veracruz, durante el cual iba estudiando para un examen de Continuidad, me concentre tan profundamente en el tema, que ni siquiera senti el camino, cuando me di cuenta, ya estabamos entrando a la terminal del ADO en Veracruz, junto a mi se habia sentado una hermosa mujer, a la que no habia hecho el mas minimo caso y las horas se habian ido como si fueran minutos