martes, 12 de enero de 2016

Perdiendo un libro

En estos dias de intenso frio, uso una pesada chamarra equipada con bolsillos externos, ayer iba leyendo la edicion comentada de Descartes, del Discurso del Metodo, cuando llegue a mi destino y guarde el libro en mi bolsillo externo, al ser el Estado de Mexico, es imprescindible ir atento, es un lugar peligroso para viajar, asi que no busque mi libro sino hasta unas horas despues, y ya no estaba, seguramente se cayo.

Perder un libro es triste, en particular porque todas lo que escribi en mis hojas de control de lectura iban con el, es como perder las hojas de una entrevista con un gran hombre, las ideas que nos han emocionado o que nos han abierto nuevas formas de ver algun fenomeno en particular, esas brillantes concepciones de la realidad, de su forma tan peculiar de comprender el mundo.

Pero en fin, tengo otro libro del Discurso, fue el primero que compre cuando era niño, pero ese jamas sale de mi casa, es demasiado valioso; solo espero que quien lo haya encontrado pueda apreciarlo, y si tiene suerte, le cambie la vida y no termine como mi libro de la vida de Newton que se quedo en mi casa despues de mi tercer divorcio, que solo sirvio como nivelador de las patas de una mesa.